El jueves de cada semana se realiza el Jam Session en el hostal Costeño Beach, donde yo toco la percusión y mi mejor amigo toca la guitarra y canta.

Me han dicho cosas como; Jeison, me gusta verte tocar allí en la tarima, porque das todo de ti, eres como otra personaje, a lo que internamente me pregunto ¿O tal vez ese es mi verdadero yo?. Desde mediados de febrero lograba ir cada jueves a tocar en este evento, en compañía de  varios artistas de la región, pero yo siempre en la percusión. Boleros, baladas, rocksito, reggae, bajo el concepto de “música de playa”. Hasta que un día logre que mi mejor amigo, unos de los mejores cantantes y músicos del país lograra asistir al evento.

“The dinamic is so simple, we are gonna play a few songs and you will be able to join us, you can come here, sing, play the guitar, the drums, maracas, just have fun tonigh!” dice mi amigo Moises siempre al iniciar la presentación. ¿En qué consiste este jam?

La idea es que las personas canten con nosotros, toquen la guitarra, se unan al parche musical, durante las dos o más horas que dura nuestra presentación, pero las personas, tímidas o sin el suficiente alcohol en la sangre,  no siempre se unen en la tarima. ¿Mientras que pasa? Nosotros somos los comerciales y ustedes el show principal, en estos “comerciales” Tenemos un largo repertorio para tocar; iniciamos con Brit Pop; Oasis, Coldplay, Harry Styles, Rock Colombiano; Los De Adentro,  TropiPop; Carlos Vives, Vacilos, ese viaje. Intentamos descifrar el gusto musical de público de esa noche, todas las noches es uno distinto, pero todos responden a lo mismo, BAD BUNNY, pero en acústico, otra experiencia.

Mi cabello mojado baila al ritmo de la percusión, mis manos hinchadas empiezan a sangrar, Moises mientras toca la guitarra canta; eh eh eh, ella es callaita! El público enérgico responde ¡ Pero pa’l sexo es atrevida, yo sé, Marihuana y bebida, Gozándose la vida como es!. Esa es la mística de un performance, darlo todo de ti, enfocar tu ser en trasmitir esa energía que logre conectar con quienes están espectando dicho show, llegas al punto que esa barrera entre público y artista desaparece, son uno solo en el infinito baile de la playa; cantando y bailando juntos aquellas canciones para perrear, alabar la vida y recodar a tu ex, y la catarsis que fue superarle y seguir trabajando en ti.

Mi día favorito de la semana, donde mucho de los pensamientos que a veces me agobian de la vida de un adulto capitalista post-pandemia, más que ser olvidados, se colocan en punto de reflexión, mientras toco con sabor ese cajón peruano y hago bailar a docenas, por horas. Para mí, no hay nada más especial que tocar música en vivo con tu mejor amigo, conectar musicalmente y tocar canciones que a ambos nos gustan y trasmitir eso al público.

Otro jueves vendrá, haremos otro jam session, pero nunca alguno como el otro, siempre diferentes, nuevas canciones, diferentes personas, que conocemos al finalizar el show. Nos parchamos; vamos a la fiesta del hostel Los Hermanos algunos dicen, otras veces, hacemos un post show privado para ellos, o más bien ellas.

Nos leemos a la siguiente historia playera.