El primer dato que resalta es el monto promedio de la inversión que realizan las gamers a nivel mundial es de $68 USD, en el caso de América Latina es de $28 USD.

Aunque este dato puede ser bastante llamativo en el consumo de los videojuegos entre las regiones, no hay que olvidar que Latinoamérica es la tercera región a nivel mundial con más gamers, y solo es superada por Asia y Europa.

Otro dato que señala el estudio es que esta cifra y los patrones de consumo de videojuegos en nuestra región se han combinado para el éxito del modelo free-to-play.

De hecho, se comparten cifras interesantes como la de México cuyo registro indica que 45% de los jugadores menores de 25 años juega uno o varios free-to-play, mientras que, en Brasil, el mercado más grande de la región es de 40%.

Al respecto, se señalan 3 situaciones relacionadas que inhiben la compra de videojuegos tal como sucede en otras regiones: se considera que el precio de los juegos es elevado, no se ha normalizado la compra de juegos en línea, los jugadores no cuentan con productos de crédito (tarjetas) para gastar en videojuegos.

Tomando en consideración las particularidades de la región, el estudio señala que el modelo free-to-play y las microtransacciones son un éxito, pero también la escena del streaming pues según datos los jugadores de Latinoamérica son los que más tiempo pasan en streams de videojuegos.